Los tres tipos
de dieta van a desempeñar un papel importante en la trayectoria de desarrollo
de cada niño. Teniendo en cuenta no sólo la dieta que recibe el niño, sino
también la que reciben los miembros de la sociedad y la que se produce en la
cultura en la que éste crece.
Es necesario crear
nuevas formas de investigar la audiencia juvenil. Requiere gran investigación el
hecho de que la mayor audiencia infantil se sitúe en torno a las 22:30, donde
la protección ya no se aplica. La programación infantil se centra en los días de
diario por la mañana y los fines de semana. Para lograr saber más acerca de la audiencia infantil y juvenil los estudios deben centrarse en el sujeto y el entorno.
Para ampliar los resultados de las investigaciones sobre Televisión-infancia se recomienda:
-
Los
estudios ecológicos, mediante observación directa en el hogar.
-
La
participación de los propios niños y jóvenes.
Es imposible ofrecer una TV adecuada a los niños y jóvenes si no se tienen en cuenta las características de cada grupo de edad. Existe audiencia infantil suficiente que requiere de manera perentoria que se atiendan sus gustos y necesidades.
Mecanismos de financiación.
Las administraciones públicas y las empresas privadas consideran que la programación infantil de calidad es relativamente cara y no tiene una rentabilidad inmediata, esto se considera una cuestión a resolver.
Para fomentar la creación de programación infantil de calidad, sería muy conveniente dotar adecuadamente de medios a los servicios públicos de TV y a otros organismos dedicados a la producción cultural para la investigación.
Investigación y creación: I+D en TV e infancia.
-
La
evaluación de la influencia de los medios en el desarrollo infantil.
-
La
metodología en producción infantil y juvenil.
- Orientaciones para impulsar la creación de programación de calidad.
La evaluación de la influencia de los medios en el
desarrollo infantil
El Proyecto
PIGMALIÓN (Proyecto de Investigación de los Géneros y Medios Audiovisuales y Lectura para una
Influencia Óptima en el Niño) incluye una revisión teórica de los estudios más
relevantes de este campo y una interpretación global de los resultados de
dichos estudios y sus implicaciones para nuestro contexto. Una de las más
importantes conclusiones de este estudio es que no existe la suficiente investigación
empírica en España para saber cómo influye la TV en el desarrollo psicológico de
los niños.
La metodología en producción infantil y juvenil.
La investigación puede aportar una ayuda de
inestimable valor, no sólo evaluando el impacto acumulado del consumo, sino
también, ofreciendo una guía para la creación de programación de calidad. Una
gran idea es la conveniencia de que los
productores trabajen mano a mano con expertos en desarrollo infantil.Se apuesta por un doble método de evaluación:
-
La evaluación sumativa.
- La evaluación formativa.
Orientaciones para impulsar la creación de
programación infantil y juvenil de calidad.
Se pueden
plantear algunas recomendaciones respecto a esta cuestión:- Habría que fomentar la actividad de equipos de creación estables y de formación específica, así como la participación comunitaria en el establecimiento de necesidades y de pautas de acción concretas.
- Buscar la integración de los aspectos de entretenimiento, desarrollo y educación.
- Las
políticas de promoción y financiación de la creación audiovisual deberían
perseguir una cultura y un diseño activo y consciente de los modelos y
contenidos audiovisuales.
Índices de Impacto en el Desarrollo: Criterios de
Calidad y Ajuste de la Programación a la Infancia.
Convendría
desarrollar lo que se ha venido denominando Índices de Impacto en el Desarrollo: criterios de calidad de programación
televisiva objetivos y fiables, contrastables por equipos multidisciplinares e inmunes a la
manipulación empresarial o política. Esa es la mejor
manera de garantizar la objetividad y
el rigor.La metodología ideal para establecer estos índices consiste en un proceso consensuado entre los más experimentados profesionales de los campos mencionados destinado a considerar las necesidades de desarrollo y entretenimiento de los niños.
El proceso de valoración constaría de dos pasos fundamentales: establecer criterios de influencia positiva para cada grupo de edad, apoyándose en la investigación empírica y contemplando los aspectos que se ha comprobado influyen de manera más positiva. Mediante análisis de contenido, se establecería la medida en que cada programa responde a esos criterios, y se los asignaría puntuaciones, o se incluirían en categorías previamente fijadas.
Los contenidos
prioritarios y los formatos televisivos para transmitirlos dependerán de forma
muy particular de la audiencia diana a la que dirigimos el programa y de sus
necesidades educativas concretas, además del tipo de producción que más se
ajuste a sus gustos y preferencias.
Tener una idea
clara de cuáles son los principales contenidos televisivos que representan un
riesgo para los niños permite establecer mejor los ideales educativos y los
contenidos preferentes. Existe unanimidad entre educadores, expertos, padres y
profesionales de los medios.
- Contenidos sexistas.
- Contenidos violentos.
- Contenidos racistas o xenófobos.
- Contenidos consumistas.
- Contenidos pornográficos.
- Contenidos que hacen apología de las drogas y de los juegos de azar.
- Contenidos que degradan el lenguaje.
- Contenidos de culto excesivo al cuerpo.
- Contenidos que violan el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
Contenidos y Valores Preferentes.
La televisión ofrece un amplio abanico de situaciones y estímulos a los
niños, no todos buenos ya que puede estar expuesto a la violencia…
Parece razonable que los contenidos tengan que estar ajustados a los niveles de edad a quienes van dirigidos. La educación en hábitos es muy importante: formas de vida, higiene, educación sexual, nutrición, consumo saludable, qué hacer en caso de accidente, cómo recurrir a los servicios de emergencia, a los servicios sociales, etc.
En las temáticas conviene incluir cuestiones propias de la infancia y sus contextos y enriquecerlas con la inclusión de personas pertenecientes a minorías como forma de aprender a respetar las diferencias. La educación en ciudadanía y la educación en igualdad deben cobrar más relevancia en los contenidos.
Hemos de promover la alfabetización mediática y la cultura de la participación con el uso de las nuevas tecnologías junto a los métodos tradicionales.
La consideración de la TV como servicio público o de interés general determina que ejerza funciones culturales, sociales y democráticas que redunden en beneficio de la comunidad y contribuyan a garantizar valores tan importantes como la democracia, el pluralismo, la cohesión social y la diversidad cultural y lingüística.
Nuestra sociedad va cambiando día a día y experimenta situaciones nuevas a las que no estaba acostumbrada, por ejemplo, la inmigración, el aumento de la violencia escolar…
Es apremiante
que la programación infantil y no infantil incluya e impulse los siguientes valores,
expuestos a modo de orientación, y siempre teniendo en cuenta la diversidad de
opiniones que pueda generar:
Valores
urgentes:
- Educar en el respeto a la persona y los grupos sociales.
- Fomentar y facilitar la convivencia.
- Estimular la tolerancia.
- Propugnar la igualdad en todas sus acepciones (sexos, razas, creencias, oportunidades...).
- Apoyar la integración.
- Promover la no violencia.
- Potenciar la no discriminación.
- Promover la
cultura de la mediación y el diálogo para la resolución de conflictos.
Valores
preferentes:
- Educar en libertad.
- Promover la participación (el derecho más importante en una democracia).
- Formar para una conciencia crítica y autocrítica.
- Impulsar hábitos saludables.
- Fomentar la solidaridad.
- Propugnar el diálogo.
- Fomentar la cooperación.
- Defender la diversidad cultural.
- Facilitar la comunicación entre distintas culturas.
- Educar en el respeto a otras creencias.
- Estimular la generosidad.
- Fomentar la
protección del medio ambiente.
Por eso es importante que la programación infantil vaya en la misma línea que el trabajo que realizan los profesores en los centros escolares, incluyendo en sus contenidos preferentes, en su materia prima, historias, personajes y situaciones apropiadas para:
- Fomentar el desarrollo emocional, cognitivo y físico de los niños más pequeños.
- Desarrollar la creatividad.
- Estimular su imaginación con juegos, personajes y fantasías constructivas.
- Utilizar un lenguaje elaborado y correcto, cuidando el vocabulario y la sintaxis, y empleando menos muletillas, palabras comodín y jerga. Crear el hábito por la lectura.
- Ofrecer una imagen positiva de la vida.
- Fomentar la participación a través del juego y del respeto a sus reglas.
- Ofrecer distintas opciones ante los estereotipos sociales y sexuales (evitando la discriminación de género que adjudica determinados valores a las niñas y otros muy distintos a los niños).
- Facilitar conocimientos, estimulando su interés intelectual y su curiosidad científica, para pensar desde la TV.
- Fomentar la expresión y comprensión del arte y la estética.
- Informar sobre la realidad del mundo que les rodea y la forma de vida en otros países.
- Educar en el respeto al otro y en la convivencia pacífica y democrática.
- Relacionar a niños de grupos étnicos diferentes y/o nacionalidades distintas.
- Mejorar el concepto que puedan tener respecto a los diversos grupos que configuran una sociedad plural y diversa.
- Fomentar el respeto hacia sí mismo en grupos o minorías oprimidas.
- Potenciar la conciencia crítica y autocrítica.
- Fomentar los hábitos en una vida saludable.
- Evitar el consumismo, analizando el significado de los anuncios.
- Cuestionar constantemente las actitudes y los actos violentos y su trivialización.
- Rechazar el culto excesivo al cuerpo y la preocupación obsesiva por la figura.
Formatos preferentes.
Los formatos que
utilizan los programas destinados al puro entretenimiento gozan de una buena
salud en términos de audiencia y ofrecen a los niños una atracción que no
poseen la gran mayoría de los programas.
Por tanto, una
de las preguntas claves que cabe plantearse es: ¿cómo llegamos a los niños, con
qué formatos? Para algunos expertos la respuesta es sencilla: tomar los formatos
que mejor funcionan e incluir los contenidos adecuados. Para otros seria que el
contenido infantil no es sinónimo de dibujo
animado, el formato va mucho más allá del tipo de soporte mediante el
que se crea un audiovisual y tiene sus raíces en la ligazón estructural y narrativa
de los contenidos más que en la simple diferencia dibujo / imagen. La mejor manera para averiguar qué formatos son
los adecuados para los programas infantiles y juveniles es utilizar la
investigación de los formatos existentes y la evaluación de los mismos.
Las siguientes
orientaciones pueden servir para establecer líneas de trabajo:
- Aprovechar la riqueza cultural del país para la creación de dibujos animados u otros formatos de calidad, con personajes históricos de nuestra cultura.
- Dentro del campo de la Investigación y el Desarrollo (I+D): utilizar las nuevas tecnologías para crear otros formatos y lenguajes.
- Cuidar la forma y la velocidad de los contenidos en todas las edades, y especialmente de 0 a 4 años.
- Es posible hacer un mayor aprovechamiento social de la TV. Es necesario fomentar la TV lúdica frente a la TV espectacular.
- Fomentar los programas informativos infantiles y juveniles, especialmente diseñados para estas edades, como instrumento de formación necesaria.
- Promover la participación de los niños en la producción de programas, junto a sus profesores y profesionales del medio, sugiriendo temas.
Acciones de Difusión y Arraigo
Sería útil
concentrar acciones de tipo estratégico para que estas líneas de conducta y
actuación, estas guidelines, arraiguen y se consoliden. En este sentido, tratar
de poner en práctica las siguientes medidas orientativas:
- Tratar de incorporar estas líneas de conducta de forma institucional en las TVs públicas y extenderlas a todas las TVs privadas.
- Trasladar estas orientaciones de conducta a la doctrina del futuro Consejo Audiovisual.
- Adherirlas a los requisitos de concesión de licencias para obtener una futura programación infantil de calidad.
- Establecer una alianza con el sistema educativo.
- Desarrollar Talleres de TV y formar a los profesionales del medio.
CONCLUSIONES:
Familia y
escuela:
fomentar la formación y la
participación de la familia y la escuela respecto a la influencia de la TV en
los niños y jóvenes. Conseguir un acercamiento entre los contextos que influyen
al niño.
Investigación: la manera más efectiva de encontrar el ajuste
óptimo entre la creación y las necesidades sociales reales sólo se puede
establecer mediante proyectos de investigación rigurosos y estables. El I+D en
producción audiovisual es la clave para generar productos de calidad formativa y
viabilidad económica.
Creación: la TV pública puede llevar la iniciativa para
implantar un proyecto modélico de programación infantil y juvenil, pero es
básico que este proyecto se extienda a todas las TVs. Crear una mesa de diálogo
estable y permanente de productoras, operadores, guionistas, investigadores y
Administración. Garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la creación de
programación infantil de calidad.
Contenidos: es prioritario que la programación infantil incluya
en sus contenidos valores permanentes como:
- Educar en el respeto a la persona y los grupos sociales.
- Fomentar y facilitar la convivencia.
- Estimular la tolerancia.
- Propugnar la igualdad en todas sus acepciones Evitando la discriminación.
- Apoyar la integración.
- Promover la no violencia.
- Potenciar la no discriminación.
Los contenidos tienen que estar ajustados a los niveles de edad a los que
van dirigidos.
Formatos: fomentar los programas informativos infantiles y
juveniles, especialmente diseñados para estas edades, como instrumento de
formación necesaria.
Analizar los referentes sobre formatos y fijar la atención en las nuevas
tecnologías para la creación de otros formatos y lenguajes. Cuidar la forma y
la velocidad de exposición de las imágenes de los contenidos en todas las edades,
especialmente de 0 a 4 años. Impulsar la TV lúdica frente a la TV espectacular.
Promover la participación de los niños en la producción de programas, junto a
sus profesores y profesionales del medio. Aprovechar la riqueza cultural del
país para la creación de dibujos animados u otros formatos de calidad, con
personajes históricos u otros referentes de nuestra sociedad.
Financiación: La financiación sostenida de proyectos de creación
e investigación de productos infantiles y juveniles es imprescindible y
deberían implicarse tanto organismos públicos como entidades privadas.
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